La Película El Secreto fue un suceso mundial, porque a todos nos impactó fuertemente, activando una
memoria que teníamos dormida, la que nos permite comprender quienes somos en realidad, y el enorme poder co-creador que tenemos.
El conocimiento que trajo esa película no ha sido inventado por los que la filmaron ni por las personas
que escribieron el libro, esta sabiduría es muy antigua, y está impresa en nuestras células. El problema es que sobre esa
luz primordial, se han sucedio años de programaciones negativas que ahogaron nuestro talento natural para la felicidad y la
abundancia.
Todo lo que nos ayude a retomar la senda luminosa de nuestro ser más auténtico, permitirá que nos
acerquemos cada día más a lo que deseamos en realidad.
La prosperidad y la abundancia forman parte de nuestras posibilidades de desarrollo como seres humanos
plenos.
Si no hemos logrado desarrollar este aspecto de nuestras vidas, es porque aún no supimos programar
a nuestra propia mente para que responda a los deseos de nuestro ser.
